Almohadas Viejas: Los Riesgos Ocultos para Tu Salud y Cuándo Reemplazarlas
Descubre por qué las almohadas viejas pueden afectar tu salud y cada cuánto deberías cambiarlas para mantener un buen estado de descanso y bienestar.
Dormir sobre una almohada vieja puede tener efectos negativos significativos sobre tu salud. Con el tiempo, las almohadas no solo pierden su forma y soporte, sino que también acumulan polvo, ácaros y otros alérgenos que pueden afectar tu calidad de sueño y bienestar general.
Expertos en salud sugieren que deberías reemplazar tu almohada aproximadamente cada dos años. Esto se debe a que las almohadas viejas tienden a deteriorarse, perdiendo la capacidad de ofrecer el soporte necesario para una postura adecuada mientras duermes. Además, la acumulación de alérgenos como ácaros del polvo puede desencadenar alergias, asma y otros problemas respiratorios.
Mantener tus almohadas limpias es igualmente importante. Lavar las fundas regularmente puede ayudar a reducir la presencia de alérgenos y mejorar la calidad de tu descanso. Invertir en almohadas de alta calidad y cambiarlas de manera oportuna no solo previene problemas de salud, sino que también asegura un mejor descanso nocturno y una mayor comodidad.