DIFICULTAD PARA TOMAR DECISIONES
Es natural y habitual vernos en medio de la necesidad de escoger una alternativa o tomar una decisión cuando hay dos o más opciones sobre la que hay que hacer algo o decidir algo. Muchas personas se sienten con temor de tomar decisiones y empiezan a pensar continuamente pensamientos invasivos a lo que se le denomina: rumiación de pensamientos, pero que termina en un bucle sin salida ya que entre más piensa menos acción toma para concretar la decisión. Dentro de esta situación de rumiación de pensamientos se encuentra el verse expuesto al fracaso y miedo al qué dirán, por tanto, muchas personas se quedan en ese bucle sin salida y terminan sintiéndose más estresados y angustiados que cuando tenían que tomar la decisión en sí. Hay cinco aspectos que alimentan o nutren la dificultad para tomar decisiones:
1. El perfeccionismo:
Se da en personas que se obsesionan por las imperfecciones o por las cosas por resolver quedándose tanto tiempo mirando lo que para ellos es imperfecto, que terminan perdiendo tiempo valioso o incluso pasando el tiempo de toma de decisión y perdiendo oportunidades importantes.
2. La procrastinación:
Esta es una actitud que se da al postergar de manera indefinida una decisión a tomar o algo que haya que enfrentar viéndose involucrado en más inseguridad debido a que entre más posterga más cosas nuevas aparecen por resolver creando niveles de ansiedad y de angustia que también podrían impedir que la toma de decisión llegue a un fin adecuado.
3. El miedo o las inseguridades personales:
Aquí se refiere al temor a equivocarse que se da en muchas personas con perfil de inseguridad, ya que esta, proviene de infancias donde se sintió rechazado o no tuvo suficiente atención o incluso por el contrario se le exigió tanto que son personas que se vuelven temerosas de fallar y prefieren ni siquiera intentarlo.
4. Dependencia de la opinión de otros:
Buscar la opinión de una persona de referencia siempre será adecuado, sin embargo, cuando esa búsqueda limita la libertad y la consecución de decisiones claras, termina volviéndose un problema, ya que aparece la frustración a la hora de hacer o de ejecutar un proyecto personal.
5. El mal manejo de los distractores:
Aquí nos referimos a que en nuestro entorno hay diferentes escenarios psicológicos que requieren la toma de decisión inmediata, pero que se pueden volver un factor distractor a la hora de tomar una decisión en un escenario diferente.
Existen un par de consecuencias que generalizan el hecho de no saber tomar decisiones y ellas son en general el perder oportunidades valiosas, debido a pasar mucho tiempo en la rumiación de pensamientos o influenciar de manera negativa al estado de ánimo, ya que entre menos acción tomemos la ansiedad, el estrés y una posible depresión pueden estar a la vuelta de la esquina.
Es importante entender que todos pasamos en algún momento por el temor a tomar una decisión sin embargo entre más inseguro seamos más dificultades tendremos para hacerlo.
Qué hacer si me identifico como una persona con dificultad para tomar decisiones:
- Identificar el temor.
- Ensayar escenarios con diferentes opciones para ver cuál es la más adecuada.
- Respetarse lo suficiente como para poder tomar decisiones en algunos momentos que incluso deban ser radicales.
- Trabajar sobre los pensamientos invasivos para dejar de rumiar y tomar acción
- Conversarlo con alguien que te ayude a tomar una decisión o incluso buscar ayuda terapéutica.
Es importante entender que incluso no tomar una decisión ya es una decisión en sí, lo importante es estar en paz con esa toma de decisión de no hacer algo, en lugar de quedarse estancado, pero pensando en lo que no se hizo.
La felicidad no es ausencia de conflicto si no enfrentar las situaciones que nos rodean y darles una interpretación que nos ayuden a estar en paz.