Consejos para perdonarse así mismo
Perdonarse a uno mismo es difícil. En muchas situaciones de la vida no actuamos con claridad, escogemos malas decisiones o simplemente nos equivocamos. En el transcurso de nuestra existencia la vida reta nuestras emociones y es aquí donde tenemos que aprender a vivir, a tomar con calma los obtáculos o adversidades que se nos presenten.
Todos cometemos errores, equivocarse es parte del aprendizaje emocional. No existe quien no comete fallos, pero es aquí donde debemos aprender a perdonar, no solo a quien comete una equivocación hacia nosotros, sino que también debemos perdonarnos a nosotros mismos.
Los errores suceden por diversos factores, los cuales terminan de alguna forma siendo esa pequeña piedrita en el zapato (en este caso nuestro corazón o nuestro cerebro). Si estas sensaciones de malestar, de enfado con uno mismo, no son atacadas desde dentro corremos el riesgo de añadir un centímetro más de grosor a nuestra coraza emocional.
Decidir perdonar, de corazón, alma y mente es difícil, pero a la larga es satisfactorio, esto nos permite ser más honestos y humildes con nuestro entorno, pero que ocurre ¿cuando debemos perdonarnos a nosotros mismos?
Debes entender que perdonarse a si mismo es un proceso solamente interno no debes de dar explicaciones ni justificarte ante nadie.
No te engañes, si reflexionamos, aunque sea cinco minutos, sentiremos ciertas emociones responsables de esa culpabilidad. El miedo, la inseguridad o la envidia, entre otras, estas emociones deben de dibujar la “hoja de ruta” para conocer el porqué de nuestro comportamiento. Sin realizar este paso correctamente no será posible conseguir el perdón.
Debes de responsabilizarte de tus acciones. Debes ser sincero contigo mismo y reconocer los errores cometidos, así podrás liberarte.
Tienes que afrontar tus actos y darte la oportunidad de ser lo que eres. Es normal convivir con miedos, inseguridades y emociones los cuales pueden cambiar nuestros caminos.