Combaten miedos y fobias con realidad aumentada
Hoy en El Mejor día contamos con la participación del Licenciado Emanuel Zaldua hablando sobre las fobias y el método innovador de combatirlas con realidad virtual.
Emanuel Zaldua nos contó que las emociones son movimientos biológicos que la evolución humana ha decidido conservar por ser funcionales a la experiencia. Hacen que nuestras conductas sean más eficientes a la hora de resolver un problema o favorecer el re encuentro con una situación agradable. El enojo es un shock de adrenalina en nuestro torrente sanguíneo, hace que nuestros músculos se irriguen de sangre y nos prepara para pelear contra aquello que se interponga ante nuestra meta o ponga en riesgo nuestra vida. El miedo activa nuestro sistema de alerta a través de la estimulación de la amígdala cerebral. Con la activación de este área, se generan una serie de cambios psico-fisiológicos que tienen como fin aumentar nuestros recursos de resolución de problemas para salir lo más airosos posible de una situación de peligro. Y así cada emoción genera ciertos cambios que nos predisponen a cierto tipo de conducta que podrían resumirse en: Conductas de acercamiento (las emociones positivas) y conductas de alejamiento o lucha (las emociones negativas). Pero puede ocurrir, en ocasiones, que a la emoción se le salga la cadena, y uno se quede pedaleando en el aire, tomado, secuestrado por la emoción; ejecutando un repertorio de comportamientos de lo más extraño e ineficiente. Pero como reconocer cuando una emoción se considera patológica o disfuncional:
- Es más intensa de lo normal (el umbral de tolerancia es individual y quizás proporcional a los recursos adquiridos para regular las emociones)
- Dura más tiempo de lo necesario (por ejemplo, seguimos enojados en ausencia del estímulo que nos provocó ese enojo, días, meses y hasta años) Además de generarnos malestar, impacta y deteriora otras áreas de nuestra vida como la pareja, familia, trabajo, amistades, académica, etc.
De este modo y cumpliendo con estos criterios, el enojo se convierte en violencia o remordimiento, la tristeza en depresión, la alegría en manía o entusiasmo desmedido e impulsivo, la ansiedad en angustia y el miedo en fobia. Por lo tanto la fobia no es más que una manifestación exagerada e irracional del miedo, y que lejos de hacer que nuestras conductas sean más eficientes, distorsiona nuestros comportamientos dejándonos paralizados y con una sensación de indefensión absoluta frente a estímulos que objetivamente no representan peligro real para la persona.
Esta experiencia emocional es sumamente desagradable e incapacitante, y si bien para los que rodean al fóbico puede parecer descabellado y hasta divertido, la persona que padece una fobia llega a niveles de malestar muy intensos y avergonzantes. Se puede tener fobia a todo tipo de objeto o situación. Las más comunes son: a manejar, a los perros, gatos, arañas o cucarachas, a volar, a la oscuridad, a las jeringas o a la sangre, a dar exámenes, a dar discursos frente a una audiencia, a las alturas, a los lugares abiertos, a los lugares cerrados, etc. Pero también las hay extravagantes como por ejemplo: fobia a los botones, a ponerse colorado, a sudar, a la mayonesa, a los ombligos, a los pies, al dinero, a los payasos.
En los tiempos que corren y gracias a los avances tecnológicos esta exposición gradual puede hacerse a través de la realidad virtual. En pocas palabras el paciente se pone unas gafas de realidad virtual y en pocos segundos estará experimentando el despegue de un Boing 747 pero sentado en el consultorio de su terapeuta. Al mismo tiempo el terapeuta puede guiar al paciente a través de diferentes consignas para que regule su emoción y sintomatología. A partir de la realidad virtual el terapeuta puede ir agregando dificultades a sortear de manera progresiva. Continuando con el ejemplo anterior, puede generar que llueva durante el vuelo, que se haga de noche, que aparezcan turbulencias y demás imprevistos colaborando activamente para que el paciente ponga a prueba sus recursos y esté completamente preparado para enfrentar dicha situación en la vida real. Gracias a esta tecnología los tratamientos suelen ser más cortos y eficientes que con las exposiciones tradicionales.
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