
El éxito es un tema sencillo, pero el hombre lo complica. Las personas trabajan por ser exitosas, estudian, entrenan, hacen todo lo que está en sus manos por lograr todo aquello que quieren, alcanzar, sus sueños; subir el Everest.
Ahí, precisamente, es donde se presenta el problema real, porque en primer término, pocas personas se conocen lo suficiente como para poder diferenciar sueños u objetivos reales; pero no solo eso, sino que el desconocimiento de la esencia de cada individuo llega a tal punto, de que no son capaces de saber cuáles son sus límites y hasta dónde pueden caminar.
Esa, es una realidad que se debe tomar en cuenta. Todos los seres humanos tienen limitaciones, porque cada uno está preparado genéticamente para algo, pero para lo otro no; entonces, el éxito pasa por entender eso.
¡No todo se puede lograr!
El éxito se alcanza pisando tierra. ¿Qué se necesita para ser exitoso?, tener los pies sobre la tierra.
La sociedad moderna vive una tendencia muy peligrosa hacia el positivismo excesivo; muchos “expertos”, quieren vender la idea (mientras se lucran con ello), de que se puede ser lo que se quiera ser. Eso es total y completamente falso.
No todo se puede lograr, porque sencillamente no todos están listos para todo. ¿Quieres ser bailarina?, ¿aviador? o ¿entrenador del Real Madrid?; tienes las condiciones físicas y mentales para eso?.
A partir de responder esa interrogante, se tendrá el criterio suficiente para comenzar a trabajar por el éxito desde un piso real y fuerte, que permita tomar el impulso necesario para transitar por el camino del éxito verdadero.
De una versión de éxito parecida a lo que cada quien es y a lo que cada quien puede, de acuerdo a sus aptitudes.Vivir bajo un plan excesivamente optimista o positivo es casi caer en la demencia, porque no todo se puede lograr, por mucho que lo intentes.
Es más sencillo aferrarse a la idea de que las equivocaciones existen y es factible vivir a partir de ellas. La vida es oscura, difícil y más complicada de lo que todo el mundo aparenta. Cada persona que respira está lanzándole golpes a un problema gigante.
Es más real tener un montón de cables enrredados por reparar, que vivir intentando sin tregua que no se hagan un desastre. Nadie se libra de problemas. Es más, mientras más ceros tiene tu cuenta, más ceros llevan los inconvenientes.
Esa es la realidad. Ser positivo trae sus recompensas, pero no siempre es así, porque no se pueden controlar todos los factores que catapultan al éxito.
¿Qué se hace entonces?
Vivir y seguir. El que se queja pierde y quien se queda en el lado súper positivo de la vida, también. Todo se trata de alcanzar un balance controlado y darse el chance de entender el proceso particular para saber vivirlo.
Cuál es el secreto del éxito
Existen muchas formas de lograr el éxito profesional, familiar, comercial o particular, pero la fórmula que no falla es: Trabajo duro y comprometido, pero además de eso, también es preciso hacerlo de forma inteligente.
¿Qué es trabajar de forma inteligente?
1. Saber que no todo lo que ocurre es definitivo, existe el negro, pero también una cantidad inmensa de otros colores.
2. Reconocer capacidades reales y hacer que ellas trabajen en función del éxito.
3. Apostar por lo que se es. El éxito es más que un concepto, es un estilo de vida. Uno que pasa por entender que cada quien debe buscarlo a partir de su realidad “real”, no de una definición heredada o copiada.
La honestidad ayuda a llegar más rápido a donde se quiere estar. Cada acción que lleva a una meta es importante, porque significa estar más cerca del lugar deseado.
Pero esas acciones no siempre son perfectas y no todo el tiempo salen bien; sin embargo, eso es muy bueno. “La perfección es una pulida colección de errores”, dijo Mario Benedetti. En el juego del éxito, no vale preocuparse por ser perfecto, es mejor solo SER.
Tomado de: Diario de Occidente