Las enfermedades pueden estar relacionadas con las emociones
Desde que estamos en el vientre de nuestra madre, las emociones juegan un papel fundamental en la forma en que percibimos el mundo. Un bebe en gestación siente si es amado, percibe lo que siente su madre y serán recuerdos que siempre guardará en su memoria, aunque después no lo recuerde conscientemente.
Todos nacemos con un equipo básico de emociones como la tristeza, la alegría, el asco, la rabia y el miedo pero la forma en que las manejamos determinará si algunas se quedarán bloqueadas o como un mal recuerdo y saldrán posteriormente convertidas en enfermedad.
En su mayoría, cada enfermedad que aparece trae información sobre una emoción oculta que ha quedado fijada en nuestra memoria inconsciente y que no ha podido salir o sanar. No importa cuánto tiempo haya pasado, nuestro cerebro esta constantemente buscando una solución o transformación y lo hace a través de una dolencia física. Es allí donde se genera la relación entre las emociones y la enfermedad.
La enfermedad vuelve evidente una emoción que necesita ser sanada.
¿Cómo descifrar que emoción causa mi enfermedad?
Cada parte de nuestro cuerpo está relacionado con un tipo de emoción. Un conflicto o situación que no logramos resolver se convertirá en enfermedad. Por ejemplo: ¿Te duele la espalda o esta encorvada? Es probable que también este sintiendo que tienes mucha responsabilidad encima y pareciera que el mundo te pesa. ¿Te has quedado con un reclamo o con algo que te tocó “tragarte”? Es posible que en algunos días tu garganta este inflamada o adolorida.
¿Sientes que los demás no te dan el valor y reconocimiento de los que realmente vales? Generalmente esta emoción está asociada a problemas de huesos, ¿vas a enfrentarte a un evento o una persona que te genera mucho miedo? Las diarreas están vinculadas a este tipo de sentimientos. Esto nos permite identificar como es la relación entre las emociones y la enfermedad.
¿Cómo hacemos para que nuestras emociones no se conviertan en enfermedad?
1. Identifica la emoción: Es imposible eliminar tus emociones. Tus emociones siempre estarán allí. Tú no puedes pretender que nunca te enojarás o te pondrás triste ante una pérdida o que sentirás miedo frente a una situación nueva. Sin embargo, cuando la vida te pone retos emocionales lo primero que debes hacer es identificar y reconocer la emoción.
Es decir, pregúntate: ¿Qué siento?, ¿rabia, tristeza? El solo hecho de reconocer la emoción hace que no se quede oculta o disfrazada.
2. Bájale la intensidad: Es muy importante disminuir la intensidad de las emociones. Hay muchas formas de lograrlo. Hacer ejercicio, meditar, escuchar algún audio de relajación, hablar con otra persona sobre lo que te molesta o te tiene triste.
3. Escribe todo, todo lo que sientes y quieres expresar: Otra opción para evitar que las emociones se conviertan en enfermedades es “botar” todo aquello que te quita la armonía. Escribir es una excelente terapia. Toma una hoja de papel y escribe todo lo que sale de tu corazón, sin restringirte ni censurarte por lo que escribes.
Describe todos los detalles posibles, luego lo lees en voz alta y posteriormente lo quemas. Verás como te sientes más liviano y tomarás mejores decisiones.
4. Descubre la emoción origen de tu enfermedad: Si existe una relación entre las emociones y la enfermedad, cada vez que te sientas mal, válida que tipo de emoción puede haberla generando y cuando ocurrió. Un ejemplo, Si te rechazaron para un trabajo es normal que te sientas triste y aparezca alguna dolencia en tus manos.
Descubre si tu reacción es exagerada, si te sientes totalmente abatido y entras en un estado depresivo, realmente no estás triste por este evento y la causa es más profunda. En este caso, una tristeza muy fuerte puede estar removiendo sentimientos de rechazo anteriores. En esos casos es importante acudir a terapia para buscar el origen de ese sentimiento.
Como notas musicales, nuestras emociones existen para que nuestra vida tenga altos, bajos, melodías dulces o vibrantes. Identificar, entender y manejar las emociones nos garantiza una vida más plena y feliz. Cada vez que te sientas enfermo, escucha a tu cuerpo y a tu corazón. Ellos siempre tienen cosas importantes para contarte y ayudarte a crecer.
Escrito por: Ángela Rocío Orozco Zárate. Psicóloga, magister en psicología, biodescodificadora.